dimecres, 27 de juliol del 2011

Juliano a los obispos

"Nadie -dije- será perseguido por mí a causa de su fe. -Hubo un relajamiento general de la tensión. Pero aún se mostraban cautelosos-. Por supuesto, me gustaría convenceros de que estoy en lo justo. Pero puesto que la verdad es tan clara como el sol, si ya no la veis, simplemente no la veréis. Pero no puedo permitiros que perjudiquéis a los demás, como lo habéis hecho durante tantos años. No catalogaré los delitos que habéis cometido, o permitido. Los asesinatos, los latrocinios, los vicios más propios de bestias salvajes que de sacerdotes, inclusive aquellos de fe equivocada. Aquí están vuestros últimos delitos. -Mostré un grueso fajo de documentos-. Peticiones de asesinato y peticiones de propiedad... ¡Oh, cómo amáis las riquezas de este mundo! Sin embargo, vuestra religión predica que no debéis responder a los ataques, o ir ante la ley o incluso tener propiedades, ¡mucho menos robarlas! Se os ha enseñado a no considerar nada como propio, salvo vuestro lugar en otro mundo mejor. Sin embargo, usáis joyas, vestís ricas túnicas, construís grandes basílicas, todo en este mundo, no en el futuro. Se os ha dicho que cuando recibáis un daño no os venguéis, que es un error devolver mal por mal. Sin embargo, lucháis entre vosotros como la chusma, torturando y matando a quienes os critican. No sólo habéis puesto en peligro la verdadera religión, sino también la seguridad del estado cuyo primer magistrado soy yo, por voluntad del cielo. No sois merecedores ni siquiera del Nazareno. Si no podéis vivir de acuerdo con los preceptos que estáis dispuestos a defender con el cuchillo y el veneno (alusión al envenenamiento de Arrio por Atanasio), ¿qué sois sino hipócritas?"

Juliano el Apóstata, Gore Vidal

diumenge, 3 de juliol del 2011